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sábado, 20 de julio de 2013

Vamos a aguantar con lo que nos quede de vida”, advierte líder comunitario, en guerra con los Templarios

“Vamos a aguantar con lo que nos quede de vida”, advierte líder comunitario, en guerra con los Templarios
Por: Shaila Rosagel - julio 20 de 2013 - 0:05

Policías comunitarias en Tierra Caliente. Foto: Cuartoscuro
Ciudad de México, 20 de julio (SinEmbargo).– La región de Tierra Caliente, en Michoacán, derrama sangre. El Gobernador del estado, el priista Fausto Vallejo, sigue enfermo y de licencia mientras familias enteras han abandonado sus casas para refugiarse en iglesias o en albergues temporales.

Es una zona minada, donde los grupos de autodefensa se baten diariamente a balazos con Los Caballeros Templarios, la organización que quiere todo de ellos: sus tierras, su dinero, sus vehículos, sus mujeres y sus hijos.

“El crimen organizado quiere recuperar el territorio perdido; van por el poder y las matanzas que se han registrado durante los dos últimos días solo son una probadita de lo que viven los pobladores”, dijo José Manuel Mireles Valverde, consejero general del Consejo Ciudadano de Autodefensa del municipio de Tepalcatepec, entrevistado por SinEmbargo.

“Vamos a aguantar con lo que nos quede de vida”, agregó.

El también médico cirujano se encuentra atrincherado desde el 24 de febrero, cuando un grupo de tres mil pobladores se levantó en armas en Tepalcatepec. No puede salir, ni asomar la cabeza fuera del poblado.

“Los Caballeros Templarios quieren recuperar el territorio perdido. A eso se debe tanta matanza. Los muertos son gente de pueblos que no tienen guardias comunitarias y les caen en la noche, los agarran dormidos y los matan”, explicó Mireles.

La violencia en la región se recrudeció desde la semana pasada. El viernes 12 de julio, narcotraficantes atacaron a los guardias de Tepalcatepec y uno de ellos resultó herido. El pasado jueves, elementos de la Policía Ministerial encontraron a seis personas ejecutadas en el municipio de Tomatlán, en la comunidad de Catalina. Los primeros reportes oficiales indican que los cuerpos presentaban heridas de bala, así como huellas de tortura

El hallazgo se dio al filo de las 10 horas cerca del lugar conocido como 5 de Mayo. Hasta el momento se desconoce la identidad de los muertos.

La versión fue corroborada a la prensa local por  Hipólito Mora, jefe de la policía comunitaria de la tenencia de Felipe Carrillo Puerto, conocida como La Ruana. Dijo que recibió el reporte aunque no saben todavía si eran policías comunitarios.

Ese mismo día, por lo menos 120 familias de tres localidades del municipio de San Miguel Totolapan, una localidad aledaña a Tomatlán, abandonaron sus comunidades a consecuencia de la inseguridad que se vive en la región.

La Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero indicó que se trata de habitantes de las localidades de El Cubo, El Terrero y El Guayabo, del municipio de San Miguel Totolapan.

Desde la noche del jueves arribaron a la cabecera municipal elementos del Ejército Mexicano y de la Policía Estatal, informaron las autoridades. Pero a pesar de la presencia de los militares, ayer, en menos de 24 horas de las primeras muertes, se realizó el hallazgo de los cadáveres de cuatro hombres en la entrada de la población Catalina, en la ranchería El Limón.

“Los militares sólo cuidan las entradas y salidas de los pueblos. Si uno les avisa donde están, duran como tres o cuatro días para ir por ellos y cuando llegan, ya no están. Pero nosotros ya limpiamos nuestro pueblo y así vamos a permanecer. Estamos cuidando y no los vamos a dejar entrar”, dijo el guardia comunitario José Manuel Mireles.

El doctor recordó que antes de que se levantaran en armas, en el municipio había entre siete u ocho ejecutados al día. Desde que se instaló la guardia comunitaria, las bajas son de un muerto y un herido.

La guardia comunitaria permanece en las trincheras que establecieron alrededor de la población, para evitar que los intentos diarios de los narcotraficantes por entrar a la población tengan éxito.

El pueblo entero, mujeres, niños y ancianos, está amenazados de muerte. Si los criminales entran, habría una masacre.

“Nosotros no lo vamos a permitir”, dijo Mireles. Sin embargo los víveres, las provisiones empiezan a escasear y el pueblo comienza a tener hambre. “Los aguantamos 12 años haciendo de las suyas aquí, por eso pensamos aguantar protegiendo al pueblo, lo que nos quede de vida”, indicó el médico.

Mireles Valverde dijo que Tepalcatepec no es el único municipio en condiciones extremas de violencia. Así están todos los de Tierra Caliente.

En el ayuntamiento de Aguililla también hay levantamiento de guardias comunitarias, así como en La Ruana, donde hay presencia del Ejercito Mexicano.

Los pueblos armados en defensa de sus familias están padeciendo la falta de recursos, porque a comunidad los abandonó, dijo Mireles.

“Aquí nada más somos 37 mil habitantes. Nos traían víveres, pero la comunidad nos ha abandonado. Queremos que el país tome conciencia de lo que nos está pasando”, dijo.

Hace unos días Mireles denunció en una entrevista de 21 minutos realizada por a la Agencia SubVersiones los motivos por los que el pueblo se levantó en armas.

Narró cómo miembros del crimen organizado les exigían no sólo dinero por metro cuadrado de propiedad o por cada auto, sino hasta a sus esposas. Pero antes, a las hijas.

“Y las regresaban cuando ya estaban embarazadas”, dijo.

El médico cirujano indicó que los operativos federales son una farsa.

“No pisan el cemento, los militares llegan a los pueblos y no enfrentan a los narcotraficantes a pesar de que los lugareños les dicen en dónde están”, afirmó.

Entonces decidieron tomar la justicia por su propia mano. Se organizaron y un buen día detuvieron a una gavilla de criminales y los entregaron a las autoridades. Poco después, los habían liberado.

El médico pelea la causa de los pobladores. Dice que no son criminales; que no pertenecen a un bando. Afirma que la corrupción llega hasta la Secretaría de la Defensa Nacional y explica por qué los operativos fallan.

El doctor Mireles dijo que desde hace 12 años hay guerras entre cárteles del crimen organizado en la región, pero no se metían con la población civil.

LA SIMULACIÓN MILITAR

En mayo, Miguel Ángel Osorio Chong, Secretario de Gobernación, anunció la entrada del Ejercito Mexicano a Michoacán y dijo que a pesar de que la estrategia de seguridad a través de despliegue de fuerzas federales y militares en la entidad tenía  similitud con lo que se vio en 2006 en el inicio de la administración de Felipe Calderón Hinojosa, el plan del gobierno que encabeza el priista Enrique Peña Nieto es distinto al de su antecesor en tres puntos importantes.

“La primera es una efectiva coordinación con el  gobierno del estado, el Ejercito, La Marina, todos juntos con una estrategia común. Esa es una gran diferencia, no va la estrategia del gobierno federal a imponerse sobre la estatal”, dijo.

A diferencia de hace seis años, el gobierno tiene objetivos claros indicó Osorio Chong: “sabemos dónde, quiénes y qué tenemos que hacer”.

En tercer lugar, explicó, la estrategia de seguridad actual busca la participación ciudadana en los barrios y las colonias de Michoacán.

Osorio Chong indicó que mantenían un diálogo pacífico con las policías comunitarias en esa entidad y que muy pronto el Ejercito iniciará con un programa de desarme en la comunidad, pues la orden es clara: “se les advirtió que nadie estará armado”.

“En el caso de Michoacán la llegada del Ejercito ha causado beneplácito. Las policías comunitarias ya no tienen razón de ser y los estamos invitando participar”, dijo.

Pero para el doctor Mireles, un hombre que vive en carne propia en la zona de guerra michoacana, el operativo del gobierno federal es solo una simulación.

“Mientras el gobierno federal no vaya por todos y cada uno de los líderes, esto va a seguir igual. Ellos saben dónde están, comen con ellos. Aquí nosotros estamos solos, no podemos ni salir porque nos matan, no podemos descuidarnos, las 24 horas del día estamos vigilando, porque si entran, acaban con el pueblo”.
Fuente:Sin embargo.mx

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